1872 Denham Inn 3*
Servicios principales
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Wi-Fi
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Parking gratuito
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Servicios 24 horas
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Entrada/Salida exprés
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Actividades
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Comida/Bebida
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Agradable para niños
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Acceso para sillas de ruedas
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Aire acondicionado
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Mascotas
Ubicación
Situado en el corazón de Monticello, el 1872 Denham Inn, de 3 estrellas, ofrece acceso rápido a First Baptist Church Monticello a una distancia de tan solo 11 minutos a pie. Dispone de WiFi en toda la propiedad y cuenta con un aparcamiento privado gratuito en el lugar.
La posada se encuentra a 5 minutos a pie del centro de Monticello. St. George Island está a 137 km de este hotel, mientras que el Monticello Ecological Park está a unos 850 metros de distancia. Situado a tan solo 12 minutos andando del establecimiento, Christ Episcopal Church está abierto a la visita de turistas. El hotel 1872 Denham Inn está ubicado cerca de un muelle de barcos.
Las habitaciones cuentan con instalaciones como servicio de tetera/cafetera, así como TV de pantalla plana con canales vía satélite para el entretenimiento de los huéspedes. Algunas habitaciones están equipadas con baños privados con secadores de pelo y artículos de tocador para huéspedes. Las habitaciones del hotel disponen de almohadas no alergénicas, almohadas blandas o duras antialérgicas y almohadas hipoalérgicas. Los cuartos de baño incluyen bañera de hidromasaje y ducha a ras de suelo, además de comodidades como artículos de tocador para huéspedes y albornoces. Algunas de sus habitaciones amplias ofrecen vistas al patio.
El restaurante del hotel está disponible para que los huéspedes disfruten de sus comidas. El bar de aperitivos es ideal para tomar bebidas relajantes. El restaurante The Lazy Lizard Pizza Company sirve comida americana y se encuentra a tan solo 8 minutos andando del hotel.
Reseña de un crítico de hotel
Recientemente tuve la suerte de escapar a la tranquilidad encantadora del 1872 Denham Inn en Monticello, Florida. La casa, que es una hermosa muestra de arquitectura victoriana, me cautivó desde el primer momento, y sus habitaciones elegantemente decoradas, con camas king cómodas y baños privados, ofrecían un refugio perfecto para relajarse. El desayuno, preparado con esmero por Patricia, fue indiscutiblemente uno de los mejores momentos del día, destacando unos pancakes espectaculares que todavía me hacen salivar. Además, la atención al detalle en cada rincón de la casa y la amabilidad de la dueña hacen que se sienta como un verdadero hogar. Sin duda, una joya que merece ser explorada. ¡100% Recomendable!
